Cumbre Iberoamericana, seguridad y altermundialismo
Salamanca acoge los próximos 14 y 15 de octubre de 2005 la XV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Las informaciones periodísticas publicadas en los últimos días nos muestran como la Cumbre, lejos de traer un “progreso ilimitado” a nuestra ciudad, convertirá Salamanca en una fortificación. El espectacular aumento del número de miembros de la Policía Nacional, el corte durante los días previos de varias calles de la ciudad, como la Gran Vía, o el cierre de las Facultades situadas en el casco histórico (decretado por el Rector a petición del Gobierno) son algunas de las medidas implementadas con el fin de garantizar la “seguridad” de tan altos dignatarios.
El discurso mediático-político dominante nos presenta el aumento de la seguridad como un mal menor necesario para afrontar los “desafíos de nuestro tiempo”. Pero el riesgo reside en que una buena parte de la ciudadanía ha interiorizado ese discurso y así como lucidamente señalaba en pasados días el filósofo Emilio Lledó a propósito de un caso concreto “quienes pasan, en estos últimos tiempos, por aeropuertos de distintos países, sobre todo de EE UU, acaban por insensibilizarse y aceptar, como algo natural ya, los duros y desagradables controles a los que se ven obligados”.
De esta manera la Cumbre Iberoamericana, más concretamente Salamanca, adquirirá el aspecto de ciudades como Seattle, Praga o Génova con motivo de cumbres de organismos ademocráticos -en palabras de Joaquín Estefanía- como la OMC, el FMI, BM, el Foro de Davos o el Consejo Europeo. Máxime cuando diversos grupos, entre ellos algunos que podemos definir dentro del movimiento altermundialista, han solicitado manifestarse durante esos días en Salamanca. De esta manera, nuestra ciudad cambiará durante media semana su fisonomía habitual de urbe estudiantil y turística por la de una “torre de babel”, prácticamente vaciada de universitarios y tomada por la policía, únicos que darán algo de “color” a la triste Helmántica de esos días.
Pero independientemente de las reivindicaciones que todos estos grupos planteen, todas legítimas -aunque a nuestro pesar el traje verde oliva militar siga despertando una gran erótica entre amplios sectores de izquierda- , esperamos que un desmedido despliegue policial para una ciudad media como la nuestra no fomente actos violentos. Porque en resumidas cuentas, en lo que la mayoría de las convocatorias previstas coincide es en la necesidad de plantear alternativas a la globalización realmente existente, fin loable este que debe estar alejado de cualquier tentación violenta.
El discurso mediático-político dominante nos presenta el aumento de la seguridad como un mal menor necesario para afrontar los “desafíos de nuestro tiempo”. Pero el riesgo reside en que una buena parte de la ciudadanía ha interiorizado ese discurso y así como lucidamente señalaba en pasados días el filósofo Emilio Lledó a propósito de un caso concreto “quienes pasan, en estos últimos tiempos, por aeropuertos de distintos países, sobre todo de EE UU, acaban por insensibilizarse y aceptar, como algo natural ya, los duros y desagradables controles a los que se ven obligados”.
De esta manera la Cumbre Iberoamericana, más concretamente Salamanca, adquirirá el aspecto de ciudades como Seattle, Praga o Génova con motivo de cumbres de organismos ademocráticos -en palabras de Joaquín Estefanía- como la OMC, el FMI, BM, el Foro de Davos o el Consejo Europeo. Máxime cuando diversos grupos, entre ellos algunos que podemos definir dentro del movimiento altermundialista, han solicitado manifestarse durante esos días en Salamanca. De esta manera, nuestra ciudad cambiará durante media semana su fisonomía habitual de urbe estudiantil y turística por la de una “torre de babel”, prácticamente vaciada de universitarios y tomada por la policía, únicos que darán algo de “color” a la triste Helmántica de esos días.
Pero independientemente de las reivindicaciones que todos estos grupos planteen, todas legítimas -aunque a nuestro pesar el traje verde oliva militar siga despertando una gran erótica entre amplios sectores de izquierda- , esperamos que un desmedido despliegue policial para una ciudad media como la nuestra no fomente actos violentos. Porque en resumidas cuentas, en lo que la mayoría de las convocatorias previstas coincide es en la necesidad de plantear alternativas a la globalización realmente existente, fin loable este que debe estar alejado de cualquier tentación violenta.
1 Comments:
Estimado Jorge:
Quizás no me he explicado bien. Intentaré aclarar tus interrogantes. En primer lugar lo que digo es que durante los días de la Cumbre Iberoamericana, Salamanca adquirirá el aspecto de ciudades que, con anterioridad, han celebrado cumbres de organismos como la OMC, el FMI, BM. Es decir se convertirá en una ciudad fantasma fortificada. Pero es que acaso las decisiones, si es que se tomaran en Salamanca, no estarían bajo la lupa de las organizaciones antes mencionadas. Es un aspecto que no desarrollo en el artículo pero que también se podría profundizar.
Respecto al altermundialismo, desde Ecologistas en Acción y CGT se convoca a una manifestación antiglobalización o altermundialista, como prefieras, criticando el "paripé" que supone reuniones como la de los próximos 14 y 15.
Finalmente, no entiendo a dónde quieres llegar con lo de "refrito de ideas", "prejuicios" y "artículos pegados".
Un cordial saludo y gracias por aportar tus sugerencias (también a ti Mario),
Felipe.
Publicar un comentario
<< Home